La decoración del automóvil como forma de comunicar.

… poner en marcha el motor, avanzar tres metros, detenerse, charlar con las dos monjas del 2HP a la derecha, con la muchacha del Dauphine a la izquierda, mirar por el retrovisor al hombre pálido que conduce un Caravelle, envidiar irónicamente la felicidad avícola del matrimonio que conduce un Peugeot 203 (detrás del Dauphine de la muchacha) que juega con su niñita y hace bromas y come queso, o sufrir de a ratos los desbordes exasperados de los dos jovencitos del Simca que precede al Peugeot 404…
Julio Cortázar, “La autopista del sur”.

No cabe duda de que el automóvil se ha transformado en un objeto ícono de la sociedad de consumo, a través del cual se manifiestan, a la vez, ciertos rasgos de identidad. Esto sucede aún más si el auto es decorado por su usuario, ya que, al estar expuesto a la vista de todos, es una oportunidad - aun cuando no sea consciente - de comunicar.

En mi trabajo pretendo investigar cómo las identidades de clase se manifiestan en la manera de decorar los automóviles, y cómo, a la vez, muestran los distintos significados del auto. Para esto, pretendo contrastar los tipos de decoración de autos "comunes y corrientes" pertenecientes a personas de dos grupos sociales distintos: los que van al Mall Plaza Vespucio y los que van al Parque Arauco, enfocándome en qué quieren comunicar al momento de invertir tiempo y recursos decorando su auto.